domingo, 28 de febrero de 2010

Despedida

Nadie puede ser reemplazado, el misterio personal es único e irrepetible.Pero lo que uno supo entregar desde el alma perdura para siempre...
Cuando queremos retener lo que está destinado a terminar, impedimos acompañar y atesorar lo que permanece. Quien quiera retener esta etapa de la vida la pierde,quien la sabe entregar, le permite que viva para siempre.
Pero no podemos negar que la ausencia duele.El dolor y la tristeza que acompañan a un ser que ha terminado su camino con nosotros, son simplemente la señal del cariño con que hemos compartido un tramo de nuestra vida.

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